martes, 6 de octubre de 2009

¿LA DICTADURA PERONISTA?

El peronismo

El peronismo dio vida y mató. Así fueron los grandes sucesos de la historia argentina: un sin fin de blancos y negros, de situaciones a favor y en contra, de las cuales hasta ahora vemos sus consecuencias. Pero la diferencia entre los acontecimientos históricos de “allá lejos y hace tiempo” se diferencian de los de hoy porque fueron llevados a cabo por personas con ideales.

Perón fue un hombre inteligente que supo ver cómo podía aplicar todo aquello que había visto implementado en los modelos económicos europeos de la pre-guerra para su propio beneficio y obviamente, para el progreso del país. Significó un cambio radical en cuanto al estilo de vida y el comienzo del llamado “Estado de Bienestar”. En él el beneficio hacia los trabajadores fue tal que salvó a muchos niños de morir de hambre. Se crearon comedores, se dio trabajo, se inventó el aguinaldo y se dieron tantos beneficios que es imposible enumerarlos a todos en pocas líneas.

¿Perón lo hacía de bueno? Pues bien, hay que ver hasta dónde llega la ansia por el poder. A salvar la vida de unos y a quitar la de otros. Por no decir “viva Perón” murieron demasiados. Las familias debían afiliarse al partido para recibir ayuda. No se podía pensar diferente. ¿Es eso una dictadura? Sí, lo es. Pero la gran diferencia con el resto de las tan desgraciadas que vivió la Argentina fue que estaba tan bien organizada que verdaderamente significó una revolución y la puso en la cima del mundo, convirtiéndola en un país en el cuál todos querían vivir.

Perón, si bien autoritario, si bien calculador, era inteligente y supo prolongar su poder por vías democráticas y sólo fue derrocado por fuerzas militares. Las mismas fuerzas que le dieron su apoyo en sus inicios. No sucedió como cuenta el documental realizado por Leonardo Favio, “Sinfonía de un sentimiento” que dice que tras el bombardeo ocurrido en el 55, que causó cientos de muertes, habían matado una parte de Perón, “porque habían matado a sus hijos” Habían matado a cientos de votantes.

Se esté a favor o en contra, Perón es una figura emblemática, que supo imponer su autoridad a base de terror pero también de progreso, de trabajo, de preocupación por lo social y por los trabajadores, base fundamental de cualquier sistema económico. Cabe preguntarse ahora, si cada uno que evoca su nombre y jura sobre los Santos Evangelios por Perón y Evita tiene en cuenta todas estas aristas, o simplemente quieren obtener el poder a base de poner por delante una figura que sin lugar a dudas, bien o mal, trabajó por el país, sin hacer nada por éste y su gente.


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