lunes, 4 de mayo de 2009

CRONICA: UN DIARIO PARA EL PUEBLO HECHO POR...

Los diarios es Argentina son muy particulares. Cada uno tiene un estilo diferente y está dirigido a un público distinto. Uno de los más característicos es Crónica. Sus titulares y placas rojas en el canal de televisión son inconfundibles. Extraña la rapidez con la que sus móviles llegan al lugar de los hechos policiales casi junto a la policía.

Su dueño es Héctor Ricardo García, ganador de una mención especial del premio Konex 1997, y ex presidiario por evasión de impuestos, comenzó su carrera en el año 1952 con el lanzamiento de la revista “Así es Boca”, y en 1955 inaugura Diario Crónica, el cual tiene un marcado estilo popular y oficialista, dirigido exclusivamente a la clase trabajadora que intenta informarse a bajo costo.

El estilo amarillista del diario llama la atención, más que nada por el característico color rojo de sus portadas que tienen titulares catastrofistas o deportivos. Y hay que pensar por qué es el único medio que tiene un estudio de televisión en la Casa Rosada y por qué, por ejemplo, en su sección “Intimidades de la Casa Rosada”, habla del recorrido de la presidenta Cristina Fernández a una fábrica en Tierra del Fuego, al lado de una foto de una señorita muy llamativa en paños menores.

¿Cuál es la finalidad es este diario? Pues bien, vender a los sectores populares este tipo de información que no profundiza en causas y efectos, sino que realiza campaña al político de turno. Lo que más impacta son las noticias policiales, que caracterizan al diario en general, con titulares como “Sepultaron a la nenita violada y ahorcada por anciano” acompañada de la foto del féretro y el cadáver de la criatura, sin ningún tipo de cuidado por herir sensibilidades, o noticias sobre inseguridad que lo único que dejan entrever es que los culpables de los crímenes son todas las personas de bajos recursos, sin tener en cuenta el problema de fondo. Una paradoja, ya que el diario está dirigido a estos últimos.

“Firme junto al pueblo” es el lema del diario. Pero, ¿es ésta la forma en la que debe informarse el pueblo? Está claro que todos y cada uno de los artículos, entrevistas, frases, palabras, etc. están cargados de subjetividad, pero lo que debe quedar claro al lector es quién le está dando la noticia y con qué seriedad lo está haciendo. Esta es la premisa para que el consumidor de noticias pueda informarse de una fuente que tenga convicciones y no que intente darle a leer lo que quiere leer.

ENLACES
www.cronica.com.ar
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=684872

LAS NOTICIAS MERCANCÍA

Ficcionalización de la notocia y el problema del rating

Este es un mundo capitalista. Hasta en lo más cotidiano los terrestres se encuentran insertos en el mercado, sobre todo cuando intentan informarse. Hoy, ya no son intelectuales o personas interesadas en qué es lo que acontece en su lugar de residencia o en el resto del mundo, sino que son “consumidores” de un “bien” que es la información. Esta información es dada por los medios de comunicación y como todo producto comercializable debe ser atractiva a quien la consuma.

Este proceso de construir una noticia en un bien intercambiable en el mercado, atractivo para sus consumidores, se denomina “ficcionalización”, que no quiere decir que la noticia sea una mentira, sino que significa que esta noticia fue realizada de modo tal y con componentes que llaman la atención de quienes quieren informarse en una especie de espectáculo artístico que permita que se hable de lo que los medios quieran que se hable y de esta manera haya quienes se beneficien.

Pero, ¿cómo un medio de comunicación puede beneficiar o perjudicar a alguien instalando una agenda en la sociedad, establecer de qué se habla y de que no? Pues bien, porque ya los medios de comunicación dejaron de ser tales para convertirse en empresas de comunicación que, controladas por sus dueños informan lo que conviene en ese momento y lo que es acorde con sus acciones en diferentes puntos de este mercado.

Existe una necesidad de ”captar las sensaciones de la audiencia”, lo cual genera competencia en las diferentes empresas de comunicación cuyo único objetivo ahora es vender, vender y vender este producto llamativo denominado noticia para poder generar más ganancias y más consumo. ¿Y si no se cuenta con nada atractivo para el espectador? Pues bien, se ficcionaliza la noticia para llevarla ese punto de mercancía que debe ser consumida a toda costa. Para que la gente pague por aquello que lo entretiene y genere más rating.

Por lo tanto, la pregunta crítica que debe hacerse cualquier ciudadano, consumidor de información es ¿quién está vendiendo esta mercancía y qué quiere que piense? Es la única manera que existe de caminar hacia la utopía de separar a quién dice lo que dice de por qué lo dice y generar una opinión al respecto. Las noticias están hechas pr sujetos, los sujetos están dotados de subjetividad, por lo tanto, en la forma en la que presenten los productos que generan nunca van a poder ser objetivos y siempre van a tener un interés de por medio. Lamentablemente, en la mayoría de los casos es siempre económico. Éste es un mundo capitalista.